Si lo que buscas es mejorar la apariencia en general de tu piel, tienes que incorporar la limpieza facial a tu rutina de cuidado. ¿Por qué? La limpieza diaria es sumamente importante para eliminar la suciedad, las bacterias, el sudor, el exceso de grasa y la contaminación atmosférica que se pueden acumular en tus poros. Además, ayuda a exfoliar la superficie de la piel para facilitar la circulación.
Sin embargo, no todas tenemos el mismo tipo de piel… Por eso, a continuación te acercamos una serie de tips que se ajustan a vos.
Piel normal
Siempre que compres una crema de limpieza facial, te recomendamos elegir aquellas que contengan aguacate, coco o germen de trigo. Estos ingredientes son sumamente nutritivos y adecuados para una piel normal. ¿Qué es lo que nunca debes hacer? Utilizar jabones de cuerpo o manos, en el rostro ya que tienden a secar todo tipo de piel
Piel seca
Cuando selecciones tu crema de limpieza, busca productos que contengan ingredientes naturales como almendras, aceite de oliva o de jojoba. Dato importante: Cuando limpies tu cara o cuello, mantente alejada del agua caliente, ya que ésta tiene a abrir los poros y extraer la humedad natural de la piel.
Piel grasa
El cuidado de una piel grasa requiere mucho trabajo, ya que no es recomendable utilizar productos cremosos o a base de cera. ¿Por qué? Estas fórmulas son propensas a obstruir los poros, evitando una limpieza profunda.
Piel mixta
Para lograr un cutis perfecto, tienes que organizar una rutina de limpieza diaria y otra nocturna. ¿Cómo? Por la mañana, empieza usando un jabón espumoso para la cara, y finaliza tu día, con un limpiador en crema para calmar las zonas secas de tu rostro.
Piel sensibleEmpieza por evitar los geles o jabones que contienen alcohol, conservantes o ácidos de acción fuerte. Y, sobre todo, olvida para siempre los exfoliantes fuertes o astringentes, que pueden causar inflamación. ¿Qué si tienes que hacer? Limpia tu piel con lociones suaves, cremosas y solubles.
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